• Prosigue el trabajo de varios grupos sobre este tema de salud.
• La elevacion de la temperatura incide en el incremento de los zancudos.
• La universidad local y la CIB desarrollan la investigación.

EFE, Washington-E-U., Notiyc, Bogotá
Cuando se presenta el Fenómeno del Niño en Colombia, los casos de malaria en zonas altamente riesgosas aumentan casi en un 50 por ciento.

Pareciera una conclusión sencilla, pero es producto de años de investigación por parte de un grupo interdisciplinario, en el que interactúan hidrólogos, climatólogos, ingenieros, biólogos, entomólogos y epidemiólogos de las universidades Nacional de Colombia, (sede Medellín), y la de Antioquia, y la Corporación para Investigaciones Biológicas (CIB).

El Fenómeno del Niño hace que los mosquitos duren más tiempo, expresó Germán Poveda, director de la investigación y profesor de la facultad de Minas de la Nacional.

"Hemos encontrado asociaciones significativas entre la longevidad de las poblaciones de mosquitos y el aumento de la temperatura ambiente en dos localidades de la costa Pacífica, en Nuquí y en Panguí", aseguró.

Son altas las posibilidades de predicción del Fenómeno del Niño. Ocurre más o menos cada tres o cuatro años y se caracteriza por tener gran impacto en las variaciones atmosféricas y oceánicas en las diferentes regiones.

Cuando ocurre en Colombia, la temperatura del aire sube y disminuyen las lluvias, lo que facilita la formación de charcos y aguas estancadas, medio muy propicio para el ciclo de vida del mosquito Anofeles, que transmite el Plasmodium, favoreciendo la aparición de la malaria.

La presencia de El Niño en nuestro país durante los años 1983, 1991, 1992, 1995 y 1997, significó un aumento considerable en los casos de malaria. "Llevando a cabo estudios de laboratorio manteniendo los mosquitos bajo condiciones controladas de temperatura y humedad, evaluando su esperanza de vida y longevidad", informó Poveda.

La temperatura, la lluvia y la humedad son factores claves en el ciclo de la enfermedad: la temperatura afecta la dinámica de la población de los mosquitos, no solamente en cuanto a su longevidad, sino también en la tasa de picadura.

El parámetro climático más relevante parece ser el aumento de la temperatura ambiente que se presenta durante El Niño, pues favorece la dinámica ecológica y entomológica de la malaria. Cuando las temperaturas son altas, se acorta el período larvario del Anofeles, lo que significa que además es posible que se incremente la población y a mayor número de mosquitos volando, mayor es la posibilidad de transmitir el parásito.

"La lluvia y la humedad influyen sobre la densidad y la longevidad de la población de vectores, así como sobre la presencia de sitios de incubación", afirmaron Poveda y William Rojas, de la CIB, en un artículo publicado en la revista de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.

La investigación, apoyada por el Instituto Interamericano para la Investigación del Cambio Global (IAI) y por Colciencias, entrega pautas sobre la relación entre el Fenómeno del Niño y su incidencia en enfermedades transmitidas por vectores, como la malaria, pero también sobre otras como la fiebre amarilla y el dengue.

Permite "la posibilidad de desarrollar un Sistema de Alerta Temprana para predecir con cierta confianza aumentos en la transmisión de malaria y tomar medidas para su control, que se plasmen en tareas de prevención y mitigación de la enfermedad, incluyendo un Sistema de Información Geográfica para la Malaria en Colombia", aseguró Poveda.

Los investigadores realizan además observaciones sobre los sitios de cría de los mosquitos: estudian su tamaño, las condiciones físicas, químicas y biológicas como el pH, la temperatura del agua estancada, los enemigos naturales de los vectores, las fuentes de alimentación de las larvas de mosquitos, y su asociación con el clima.